Treinta años después de su muerte pre- matura, tiroteado en la calle frente a su apartamento de Nueva York, John Lennon sigue siendo una leyenda cuya música y cuya ofensiva por la paz mun- dial han inspirado a generaciones de artistas.
El ex Beatle murió el 8 de diciembre de 1980 tras recibir cuatro tiros en la espalda disparados por Mark David Chapman frente al elegante edificio de apartamen- tos Dakota en Central Park West en el cual vivía junto a su segunda esposa, Yoko Ono.
Lennon acababa de celebrar sus 40 años. Ahora, todos los años, el 9 de octu- bre, el cumpleaños de Len- non, y el 8 de diciembre, los fans acuden en tropel al edificio donde Ono vive todavía para homenajear al músico nacido en Liver- pool y conmemorar su muerte.
Chapman, mental- mente inestable y quien tenía apenas 25 años, había estado rondando el apartamento de Lennon, y apenas horas antes el músico incluso había autografiado un ejemplar de su último disco, "Dou- ble Fantasy'', para el hom- bre que acabaría matán- dolo.
Chapman se declaró finalmente culpable de asesinato y recibió una condena de 20 años a cadena perpetua. Perma- nece en la cárcel de Attica, al norte de Nueva York, y su solicitud de libertad condicional le ha sido denegada seis veces. Ono también se opuso a que fuera puesto en libertad, ya que teme por su seguri- dad y la de su hijo Sean Lennon, quien ahora tiene 35 años.
Pero el poderoso legado de Lennon continúa vivo, grabado inextricable- mente en la vida cotidiana de la gente en todo el mundo.
Desde la esquina de Central Park llamada ‘‘Strawberry Fields'' en honor a uno de los memo- rables éxitos de los Beatles hasta un mosaico que lleva la inscripción "Ima- gine'', una de las cancio- nes más distintivas de Lennon, la huella del legendario artista britá- nico está en todas partes.
Liverpool --la ciudad natal de los Beatles-- llegó a rebautizar su aeropuerto para honrar a uno de sus héroes más famosos.
Meses atrás, Ono parti- cipó en unas celebracio- nes en Islandia para mar- car lo que hubiera sido el cumpleaños 70 de Lennon, aunque dijo que a él nunca le había gustado marcar el paso del tiempo.
"En su último cumplea- ños, él me dijo: ‘No puedo creer que voy a cumplir los 40'. No creo que a él le gustó esa parte'', dijo Ono al periódico The Times.
"Yo no pienso en él como de 70 años. El siem- pre fue uno de esos hom- bres que siempre andan por ahí, con mucha, mucha energía, y para mí sigue siendo así''.
Robert Thompson, pro- fesor de Cultura Popular de la Universidad de Syra- cuse, dijo que Lennon ‘‘murió joven, como Elvis Presley''.
"Aunque la cima de su influencia musical ya había pasado, en ambos casos, se convirtieron inmediatamente en leyen- das'', dijo Thompson a AFP.
"Lennon también era una figura política, y con su aspecto, el cabello, los espejuelos, su manera de vivir, él simbolizó el zeit- geist (espíritu) de su momento''.
Ono se ha esforzado mucho por inmortalizar a Lennon y mantener vivo su legado.
"Lennon murió, pero Yoko Ono no. Ella pasó a ser una brasa de ese fuego'', dijo Thompson, quien agregó que la inter- vención de Ono ha sido complicada, y los críticos la acusan de aprovecharse del talento de Lennon.
La muerte de Lennon marcó el final de una época, y él ha quedado para siempre en la memo- ria como el músico de cabellos revueltos, con sus característicos espejuelos redondos.
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